domingo, noviembre 05, 2006

Don't Try Suicide


Este blog nació con la finalidad de narrar una experiencia cinematográfica desde la gran metrópolis de Tokyo. Hoy voy a contar una historia de miedo. De terror, porque los índice de suicidios en Japón asustan. Aproximadamente un 24,1 de cada 100 mil habitantes comete "jisatsu", la tasa más alta del mundo industrializado. Y existe un lugar de terror para ello, un bosque en la ladera de del Monte Fuji -emblema nacional-, en donde miles de personas llevan acudiendo desde hace décadas a quitarse la vida. Su nombre es Jukai:  樹海


El Jukai es un frondoso parque nacional del que -se dice- si uno se adentra en su interior no será capaz de regresar. Su amplia extensión, el entramado de árboles y suelos traicioneros (llegan a formarse mantos inestables de ramas y hojas que funcionan a modo de arenas movedizas) hacen de éste un lugar peligroso para el viajero ocasional desprovisto de la equipación necesaria para sobrevivir a la experiencia. Las brújulas son practicamente inoperantes en su interior y los caminos se confunden, por lo que hay una alta probabilidad de sucumbir al pánico y perderse para siempre. Cuerdas, linternas y baterías de recambio, teléfonos móviles, bebida y comida, y cualquier utensilio que pueda facilitar la identificación de una ruta son esenciales. Por este motivo, el Jukai es uno de los lugares elegidos por aquellos que desean quitarse la vida. Una muerte segura.

A lo largo de todo el bosque hay dispersos carteles disuasorios que rezan algo así : "La vida dada por los padres es importante. Una vez más, piensa detenidamente, piensa en la cara de tus padres, de tus hijos. No te encierres en ti mismo, habla con alguien".


Entre la espesura del Jukai nos podemos encontrar con restos de ropa y objetos personales -mochilas y reproductores de CD, móviles rotos- así como sogas de todo tipo (cuerdas, bolsas de vinilo, cinturones de kimonos...) y montones de tabletas de pastillas vacías rodeadas de botellas de alcohol, una combinacion letal.

Pero aún aguarda lo peor. El bosque está poblado de cuerpos sin vida, la mayoria ahorcados, otros asfixiados dentro de sus propios coches, o simplemente tirados, con heridas de muerte autoinflijdas, en el interior de alguna gruta. A través de una página web japonesa que pretende parar estos suicidios, los más aguerridos pueden contemplar el horror de cerca: fotos de esqueletos humanos dispersos a lo largo de los años o cadáveres aún recientes colgando de los árboles junto a notas de suicidio. Un espectáculo dantesco.



En las notas de suicidio, así como en pintadas hechas con spray, los suicidas acuñan sus últimos pensamientos. Uno de los más rotundos, "No puedo seguir viviendo".


Pero también existe un momento para la esperanza, aquel en el que la reflexión lleva a vida, cuando algunos de los que se adentrar en el Jukai con la intención de morir, regresan a sus casas. En unos buzones blancos colocados para el caso, pueden depositar su testimonio a fin de que sirva a otros como motivo de consideración.


Por todas estas razones, al Jukai se le conoce como bosque fantasma, y su visita está desaconsejada. Los secretos y las vidas de aquellos que han muerto y que guarda en su interior deben descansar, al menos, en paz.

Para terminar, recordar que en Japón existe toda una cultura en torno al suicidio, un lastre que está arraigado en su sociedad y para el cual ni siquiera sus sucesivos gobiernos han podido hallar una solución. A través de Internet es posible encontrar manuales de suicida, donde se detallan técnicas efectivas para llevar a cabo el acto, así como libros de ayuda con el propósito de evitar la tragedia. Tú elijes.


En este blog abogamos siempre por la vida. Vivir, y a ser posible, rodando.

3 comentarios:

Dani Lebowski dijo...

Hostia, me ha fascinado la historia.

Aquí hay cine, ¿eh? ¿Llegaste a ir?

Un abrazote.

Mr. Hun Shu dijo...

hola dani!. impresionante ese bosque... Espero que estés bien por ahí, ya me contarás cómo va toda la preproducción. Yo en breve espero enviarte una copia de la movie, ya te contaré. un abrazo

Kantoku dijo...

Hola Dani y Randal! En respuesta al primero, no, aún no he ido, y me sugieren que no lo haga, así que -de momento- aparcaré mi espíritu aventurero para otro rato. Yo también creo que da para hacer un film, aunque un documental en toda regla daría más miedo. Lo de los suicidios está levantando ampollas ultimamente, y hoy por la noche en la tv hay un programa especial debate con la presencia del maestro Kitano.

Randal, que tal te va todo? Por Tokyo las cosas marchan bien, te comento mas detalladamente en un mail. Espero anxioso esa movie, finalmente su visionado es "posible". Abrazos.