
La película está dirigida por Tadakazu Takahashi, curtido durante varias décadas en el mundo de la publicidad, y que hace su debut en el largometraje con una sencilla historia retratada en un diálogo que le espetan al protagonista: "Pedalea, con todas tus fuerzas!". Tetsuo es un trabajador de una factoría de acero que hace veinte años se vio obligado a abandonar el ciclismo profesional a causa de una grave lesión. Repentinamente, una mañana su cerebro comienza a ser amartillado por unas invisibles campanas que le impulsan a dejar su trabajo y mujer, y a robar una bicicleta tras otra con las que emprende un catártico viaje de 7 días a través de paisajes nevados y llanuras desérticas del norte de Japón.
El atormentado personaje principal está interpretado de manera portentosa por Tetsuta Sugimoto, cuya presencia a lo largo de todo el visionado es titánica, no solo por el esfuerzo físico que desarrolla, sino por la destreza que requiere transmitir un torbellino de emociones encontradas a lo largo de 104 minutos sin apenas pronunciar una palabra. Completan el reparto un elenco de variopintos personajes, donde destacan una joven disfrazada de Kappa, una prostituta maltratada por la Yakuza y un antiguo cronista deportivo.
Visual y narrativamente el film es una delicia. Si tuviera que buscar alguna propuesta de similar temática y calado emocional me remontaría a Una Historia Verdadera de David Lynch, y creo que no sería descabellado.
Nihon no jitensha dorobou se estrena comercialmente en Japón el 1 de Diciembre.